La Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y turismo (CNC) de Brasil dio a conocer que el sector turismo ha registrado una caída del 30 % de sus ingresos, y, por lo tanto, unos 35 000 establecimientos debieron cerrar sus puertas en el país.

A pesar de que Brasil no se ha caracterizado por sus fuertes medidas de aislamiento y restricciones al turismo, la industria de los viajes en el país no la ha pasado bien. De hecho, desde mayo de 2020 –cuando se empezó a promover el turismo interno- el país tenía las perspectivas de recuperación más rápida. No obstante, el violento avance de la pandemia en el país se ha llevado la subsistencia de 35 000 empresas turísticas, que se han visto obligadas a cerrar sus puertas.

La Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC) dio a conocer que entre febrero y abril de 2020 el volumen de ingresos del sector cayó el 68%; y, gracias al impulso al turismo en los meses subsiguientes, cerró el año 2020 con un nivel de facturación un 30% inferior al prepandémico. De acuerdo a sus datos, los consumos en 2020 alcanzaron solo los US$ 535 millones, un 50% menos que en 2019, lo que se traduce como el volumen más bajo desde 2003, lo que se traduce como el volumen más bajo desde 2003

Sin embargo, las afectaciones en las empresas de todos los tamaños han sido devastadoras. Las micro y pequeñas empresas son las que más han sufrido, con un total de 30.720 unidades cerradas en el último año, lo que corresponde al 87% del total. La mayor parte de estas empresas se encontraban en San Pablo, Minas Gerais, Río de Janeiro y Paraná.

La CNC calcula que el período entre marzo 2020 y enero 2021 acumuló pérdidas por US$ 48 928 millones, lo que provocó la pérdida de 397 000 empleos formales, de los cuales 211 100 correspondían a bares y restaurantes; unos 90 700 al transporte por carretera; y 56 500 a hoteles.