Barcelona ha decidido prohibir definitivamente la apertura de nuevas propiedades en su centro urbano. El Plan Especial Urbanístico de Alojamiento Turístico (Peuat), aprobado por la municipalidad, no permite construir nuevos establecimientos ni reconvertir edificios históricos en las zonas más céntricas, que incluye áreas altamente turísticas como Ciutat Vella y la Sagrada Familia.

No habrá más hoteles en el centro de Barcelona. Tampoco se podrán reformar edificios históricos sin uso para este fin. De acuerdo con el nuevo Plan Especial Urbanístico de Alojamiento Turístico (Peuat), se prohíbe la construcción de nuevos proyectos hoteleros en dos reconocidas áreas del destino: la Zona 1 (Ciutat Vella, Eixample, Gràcia y Poblenou); y la Zona 2 (los barrios que rodean Ciutat Vella y la Dreta de l’Eixample, como la Diagonal, Gràcia, Baix Guinardó o Sagrada Familia).

Según informó la Vanguardia, el sector lamenta que se descarten proyectos hoteleros “que podrían aportar valor añadido en edificios cerrados y abandonados y, en cambio, no se prohíba completamente la modalidad de habitaciones compartidas”.

“Hay calles en el Raval, por ejemplo, donde las dinámicas mejorarían si hubiera cierto tipo de establecimientos, porque los hoteles ayudan a dinamizar el barrio y generan actividad. Se trataría de plantear proyectos muy restrictivos, con las condiciones que hicieran falta y sería una forma de no incrementar el número de plazas”,

Jordi Clos, presidente del Gremi d’Hotels.