Se repiten en la prensa argentina las notas que aconsejan sobre los productos que conviene comprar en Santiago y otras ciudades del país. Por el momento el movimiento está limitado a Mendoza y otras regiones fronterizas. 

Los comerciantes y los empleados de los malls recuerdan todavía los años 2017 y 2018, cuando los argentinos organizaban viajes de compras al país y desembarcaban con valijas en los centros comerciales para llenarlas de ropa, de cosméticos, de electrónica y hasta de productos alimenticios. 

El cambio sigue desfavorable todavía para los argentinos, pero su inflación los impulsa en buscar soluciones para comprar artículos cuyos precios no parecen tener techos en su propio país. Se generó entonces un turismo de compras de un nuevo tipo, sin pernoctes en la mayoría de los casos. Pero se ven regresar a los residentes de Mendoza y otras regiones cercanas a grandes ciudades, como por ejemplo Osorno en el sur. Vienen por el día, con el único propósito de realizar compras. 

Estos turistas de un nuevo tipo quieren realizar ahorros sustanciales, comprando en Chile productos que en su país tienen precios que no tienen techos o que faltan desde hace tiempo. 

Aunque no pasen la noche en hoteles del país y eviten de ir a restaurantes (dos rubros todavía más caros en Chile que en la Argentina), gastan sumas consecuentes durante sus visitas relámpagos, comprando desde celulares iPhone 14, Smart TV, netbooks o neumáticos (para este producto, el ahorro puede llegar a más de US$ 140 por unidad, al curso oficial del peso argentino) y hasta ropa y calzados de toda clase y marca.  

El solo paso Cardenal Samoré registró 6.820 vehículos particulares y 111 buses en octubre. Se estima que unas 21.000 personas viajaron a Chile ese mes desde Bariloche y el sur de Neuquén, la mayoría para realizar compras. Se espera un tráfico mucho más intenso en diciembre, a medida que se acercan las fiestas de fin de año. En Osorno, las autoridades de turismo reconocen que hay una baja demanda de parte de los turistas argentinos; pero al mismo tiempo, los comerciantes de la zona están optimistas con lo que consideran una buena reactivación del comercio transnacional.