La promoción de políticas encaminadas a la preservación y la sostenibilidad une al gobierno, los empresarios, las organizaciones y el mundo académico del archipiélago en un objetivo común.
Las Bahamas tiene en las políticas de preservación del medio ambiente y desarrollo sostenible la base de un modelo ejemplar, que une a los diferentes actores políticos, empresariales y académicos del archipiélago.
Integrado por más de 700 islas, islotes y 16 islas-destino, con aguas cristalinas visibles desde el espacio, el archipiélago ostenta un modo de vida que respira compromiso con la conservación de la biodiversidad local.
En su labor participan cientos de personas y organizaciones de los sectores público, privado y sin ánimo de lucro, que trabajan de forma independiente o en red con el máximo celo por las aguas y la fauna.
Un sentimiento que transforma la experiencia de los turistas más allá del ocio, al proporcionar un mayor contacto con la naturaleza y una mayor conciencia medioambiental con prácticas que incluso implican el trabajo voluntario en una granja para producir un tipo de hierba medicinal.
Inspiradas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, Las Bahamas han adoptado temas generales para promover la prosperidad continua y proteger el planeta.
Estas políticas no solo pretenden proteger la vida marina y combatir el cambio climático, sino también fomentar el consumo y la producción responsables, impulsar el crecimiento económico y el trabajo digno, y dar prioridad a la educación de calidad y a la preservación de la vida terrestre.
El compromiso con la biodiversidad marina y el uso sostenible de los océanos implica la creación de un fondo financiero para áreas protegidas, un instituto de investigación agro-marina que promueve el desarrollo de estudios locales con estudiantes y científicos de todo el mundo y un centro de educación ambiental, entre otros.
Para lograr pautas de consumo sostenibles, el archipiélago prohibió el uso de materiales plásticos no reciclables, prepara un huerto solar para generar energía, forma a las comunidades en desarrollo económico sostenible y recicla latas de aluminio para financiar la educación y las políticas para los jóvenes.
Las Bahamas cuenta con guías turísticos formados en ecoturismo que tratan de crear experiencias memorables a la vez que presentan la necesidad de crear conciencia medioambiental.
Los adultos pueden optar por una estancia de hasta 15 días para practicar el voluntariado y vivir la experiencia en una granja de neem (nimbo de la India o margosa de la India). El producto procede de un árbol de origen asiático y se utiliza ampliamente como componente medicinal para enfermedades de la piel, tratamiento capilar, desintoxicación de la sangre y el hígado, entre otras funciones.
Las Bahamas cuenta con un Departamento de Planificación y Protección Medioambiental dedicado a prevenir y controlar las actividades contaminantes, así como a regular las actividades públicas y privadas.
Además, cuentan con universidades y organizaciones especializadas en el estudio y la protección de distintos aspectos del ecosistema, desde cuevas marinas, masas de agua y animales salvajes hasta aves migratorias en peligro de extinción.