Un estudio global revela que América Latina y el Caribe lideran la demanda de soluciones tecnológicas en la industria aérea. Desde identidades digitales hasta servicios de equipaje inteligente, la región marca el rumbo del futuro del viaje.
En América Latina y el Caribe, la vida cotidiana ya es digital. Las personas gestionan sus finanzas, compran en línea y se movilizan a través de aplicaciones móviles. Sin embargo, al viajar en avión, esa fluidez desaparece. Persisten las filas interminables, los documentos en papel y los procesos presenciales.
Esta contradicción entre una vida digitalizada y una experiencia de viaje aún analógica fue puesta en evidencia por un informe internacional que consultó a más de 7.500 pasajeros en todo el mundo.
Los resultados son reveladores: los pasajeros latinoamericanos no solo están listos para adoptar nuevas tecnologías, sino que las exigen. Casi el 70% de los encuestados en Brasil afirmó que reducir los tiempos de procesamiento en los aeropuertos es su prioridad número uno. A nivel regional, el 42% quiere recibir actualizaciones en tiempo real sobre su viaje mediante una app, por encima del promedio global del 35%.
En lo que respecta a viajes intermodales —que combinan avión, tren y carretera en una sola reserva— la región también se destaca. El 45% de los pasajeros espera realizar al menos un viaje de este tipo en los próximos 12 meses, superando ampliamente el 33% mundial. Este tipo de integración digital representa una oportunidad para mejorar la conectividad entre ciudades, reducir tiempos de espera y facilitar el acceso al transporte aéreo.
Pero el cambio no se detiene ahí. La identidad digital se posiciona como una de las herramientas más valoradas por los viajeros de la región. El 95% de los pasajeros latinoamericanos desea que todos sus documentos de viaje estén vinculados a una billetera digital en su teléfono. También se muestran más abiertos que otras regiones a aceptar que entidades privadas emitan credenciales digitales, y a usar tecnología biométrica para procesos como el check-in, el embarque y los controles migratorios.
Pese a esta disposición, la experiencia real en los aeropuertos aún dista de ser digital. Tres de cada cuatro pasajeros siguen siendo procesados manualmente por agentes durante el embarque o en migraciones. La región presenta las tasas más altas de controles cara a cara del mundo, un indicador de cuánto trabajo queda por hacer.
Otro aspecto clave es la sostenibilidad. La conciencia ambiental está creciendo rápidamente. El 67% de los pasajeros latinoamericanos estaría dispuesto a reducir su equipaje para disminuir las emisiones, frente al 55% global. Además, el 83% pagaría por servicios de equipaje de extremo a extremo, que permitan despachar la maleta desde casa o el hotel y retirarla directamente en destino, sin preocuparse por el proceso intermedio.
El estudio también refleja una confianza creciente en la tecnología y en el manejo de datos personales. Más del 75% de los pasajeros estaría dispuesto a compartir información de viaje con plataformas de inteligencia artificial para optimizar rutas, reducir demoras y minimizar el impacto ambiental. La clave, según los encuestados, es que estos procesos estén respaldados por transparencia y garantías de privacidad.
En palabras del CEO de una de las compañías tecnológicas responsables del estudio, “el futuro del viaje no se trata solo de agregar tecnología, sino de eliminar fricciones”. Los pasajeros no quieren más sistemas paralelos ni procesos redundantes. Quieren experiencias tan simples como pedir un auto o hacer una compra desde el celular.
El desafío es construir un ecosistema de viaje que esté a la altura de las expectativas de los usuarios y que, al mismo tiempo, contribuya a los objetivos de sostenibilidad y crecimiento de la región.