A partir del 28 de noviembre, para impulsar la derogación de una norma que transfiere los ingresos del destino al Tesoro Nacional.
El sindicato de trabajadores de la Dirección de Turismo de Cuzco, que administra la ciudadela de Machu Picchu, anunció una huelga indefinida a partir del 28 de noviembre y hasta que se derogue la norma que transfiere los ingresos económicos generados por este destino, entre otros, al Tesoro Nacional. “Estamos exigiendo que los recursos de la ciudadela se queden en la región. Sucede que hace unos meses el Ministerio de Economía y Finanzas dictaminó una nueva norma para que los recursos del Machu Picchu pasen al erario nacional, al Tesoro Público”, dijo en declaraciones a la prensa el presidente de la Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno, Enrique Quiñones.
Pese a las promesas gubernamentales de excluir del decreto a Machu Picchu, el principal atractivo turístico del país, no hubo hasta ahora derogaciones ni modificaciones. Según el sindicato, en caso de que los recursos obtenidos por Machu Picchu sean reunidos junto con los derivados de otros destinos, y luego se repartan entre diferentes lugares turísticos del país, no habrá fondos suficientes para atender las necesidades de conservación e investigación de la ciudadela inca. Por lo tanto, implica riesgos tanto para ese patrimonio arqueológico como para Ollantaytambo o Pisac. Fuentes del sindicato denunciaron también que hasta ahora el ministerio de Cultura no abrió la venta de entradas a Machu Picchu para 2023, con las consecuentes dificultades que podrían enfrentar los paquetes turísticos adquiridos desde el 1 de enero de 2023.
