Tras los hechos de violencia en esta región, la Cámara de Comercio de la ciudad afirmó que, recuperar la imagen del destino tardará hasta 5 años.
La Cámara de Comercio de Cusco afirmó que, tras los hechos de violencia registrados durante las protestas sociales en esa región, recuperar la imagen de Machu Picchu y de Cusco como atractivos turísticos demandará hasta unos 5 años, por lo que se requiere un trabajo y una campaña agresiva para recuperar el tiempo perdido.
Al respecto, John González Chuchón, presidente de la Cámara de Comercio de Cusco, manifestó que la situación es grave y ratificó que las paralizaciones desde noviembre pasado han originado cancelaciones de reservas hasta por un 90 %, y en enero, con las movilizaciones las cancelaciones han alcanzado hasta el 90 % para el primer trimestre del año.
El directivo refirió que esta situación afecta gravemente la economía de la población porque Cusco que vive del turismo en un 60 % siendo los más perjudicados los que viven del día a día.
“En la época prepandemia recibíamos entre 5.800 y 6.000 visitantes al día, solo para Machu Picchu. Aparte, teníamos visitantes que llegaban por otros atractivos turísticos, en promedio sumaban más de 8.000 personas”, indicó.
Una incierta recuperación
González Chuchón agregó que con la pandemia de covid-19 esta cifra se redujo a 2.044 y luego fue subiendo progresivamente ante los reclamos para incrementar el acceso a Machu Picchu y se llegó a 4.044, “y estuvo funcionando bien hasta que empezaron las movilizaciones en noviembre y hoy no se llega ni al 10 % de las cifras”
El dirigente empresarial agregó que el problema es que los turistas han visitado Machu Picchu y no han podido salir, es decir quedaron retenidos y fue una odisea sacarlos y vuelvan a sus lugares de origen. “Esto ha generado muy mala imagen del servicio turístico y los países han recomendado a sus ciudadanos no venir al Perú por la inseguridad que hay”, afirmó.
Recuperar imagen
Por ello dijo que recuperar esa imagen ganada del Cusco demandará entre 3 a 5 años y que, si se arreglara la situación, el trabajo de los ministerios de Comercio Exterior y de Cultura; además de Promperú, tendría que ser mediante una campaña muy agresiva.
