Cerca de 230 mil visitantes se acercaron a la región de Atacama para apreciar este fenómeno natural que el año pasado se prolongó más allá de lo habitual y se extendió hasta el mes de noviembre.
La región de Atacama -800 kilómetros al norte de Santiago- tiene el desierto más árido del mundo, pero cuando se llena de flores el paisaje se viste de increíbles colores lila, amarillo y verde. Durante 2022 el florecimiento del desierto, un fenómeno periódico que el año pasado tuvo características inusuales, llegó hasta la playa misma de la zona.
La subsecretaria de Turismo, Verónica Kunze, destacó que “la floración fue más extensa en territorio y tiempo que en años anteriores”, lo que en definitiva “permitió que muchas más personas pudieran presenciar este fenómeno de la naturaleza”.
“Cerca de 230 mil personas llegaron a la región de Atacama, lo que significó un vital impulso a la industria en Copiapó, Caldera, Huasco y Vallenar, entre otras”, agregó.
A Caldera llegaron arribaron 64.000 personas, 73.000 a Copiapó, 6.000 a Freirina, 27.000 a Huasco y 59.000 a Vallenar.
La Corporación Nacional Forestal (Conaf) explicó que los factores que permitieron la duración y extensión del fenómeno fueron la acumulación de humedad gracias a la camanchaca (neblina), las precipitaciones del 2022 y la temperatura de dos a tres grados Celsius, más baja que en un año normal.
El pasado octubre se anunció la creación del Parque Nacional Desierto Florido, para proteger las más de 200 especies de flores, así como la fauna del lugar.
“Sabemos que las y los atacameños están orgullosos de este fenómeno que es único a nivel mundial. Los primeros registros datan del siglo XVII, Claudio Gay, Charles Darwin y tantos otros científicos que vieron florecer esta hermosura”, subrayó el presidente Gabriel Boric.
