El proyecto de reforma considera una inversión de más de 58 millones de dólares y la creación de nuevos espacios en el recinto aeroportuario, que aspira a atender a 20 millones de personas al año.
Los trabajos de modernización del Terminal Nacional del Aeropuerto de Santiago, que busca ampliar y remodelar el recinto con el objetivo de llegar a atender a cerca de 20 millones de pasajeros cada año, comenzaron días atrás con el visto bueno del gobierno y en presencia del presidente Gabriel Boric, la ministra de Obras Públicas, Jessica López, y el gerente general de Nuevo Pudahuel, François-Régis Le Mière.
Los trabajos de modernización del Terminal Nacional consideran una inversión cercana a los US$ 58,7 millones.
El proyecto abarca una superficie total con ampliación de 131.776 metros cuadrados, con la construcción de una sala de embarque de 17.334 metros cuadrados. Además, se crearán más puertas de embarque, pasando de las actuales 22 a 42 (26 en contacto y 16 remotas).
El proyecto también incluye nuevas oficinas y salas de control DGAC; más zonas comerciales y de servicios; nueva tecnología en la zona de check-in; nuevas pantallas de vuelo; y la creación de una segunda zona de salidas y de control de seguridad. El nuevo terminal contará, asimismo, con espacio para la operación de aviones de fuselaje ancho y angosto.
Tal como sucede en el Terminal Internacional (T2), donde los edificios de embarque C, D, E y F rinden tributo a zonas de Chile, el T1A representará a la costa central del país.
El proyecto consiste en un conjunto de obras que permitirán generar cerca de 300 empleos directos en su etapa de construcción. Los trabajos tienen un plazo estimado de 20 meses, y luego se contemplan tres meses para el proceso de recepción, por lo que su entrega se estima para fines del año 2025.