Las autoridades de la isla buscan promover una industria de los viajes que respete y proteja el medioambiente, apoyándose en dos pilares: el turismo sustentable y la biodiversidad.
El Ministerio del Turismo (Mintur) cubano subrayó en un reporte la importancia de la conservación, a través del proyecto “Integración de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático para el desarrollo del turismo sustentable en Cuba”.
Según el documento, el proyecto aspira a impulsar un turismo que genere beneficios económicos al país, pero sin comprometer los recursos naturales y la diversidad biológica, especialmente en las zonas costeras y marítimas.
Se propone, por lo tanto, implementar modelos innovadores con capacidades y mecanismos financieros fortalecidos, que involucren a todos los actores del sector turístico.
El proyecto, según señala el informe, se desarrollará en seis años en dos destinos emblemáticos de Cuba: los cayos Coco y Guillermo, en la provincia de Ciego de Ávila; y Varadero, en Matanzas. Ambas zonas son reconocidas por su belleza paisajística y su riqueza ecológica, pero también enfrentan desafíos como el cambio climático, la contaminación y la presión humana.
El proyecto se basa en cinco ejes temáticos que abordan diferentes aspectos de la integración entre el turismo sostenible y la biodiversidad: el fortalecimiento del marco institucional, la gestión integrada de las zonas costeras y marítimas, la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, la adaptación al cambio climático y la educación ambiental.
Cuba espera así contribuir con la sostenibilidad del turismo en el país, los objetivos globales de conservación de la naturaleza y mitigación del cambio climático.
El Mintur se refirió también a la implementación de sistemas de gestión para la certificación de instalaciones hoteleras como instalaciones de turismo sustentable.
Implementará el proyecto el Instituto de Ecología y Sistemática (IES) de la Agencia de Medio Ambiente (AMA), acompañado por el Mintur. Participan además el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y un financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF).
Otras instituciones involucradas son el Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía (Cubaenergía), la Universidad de La Habana con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y la Facultad de Turismo.