Virtuoso presentó datos que revelan una demanda sostenida en el segmento de lujo, con reservas anticipadas, crecimiento en ventas y preferencia por destinos estadounidenses.
Mientras ciertos segmentos del turismo enfrentan desafíos como ventanas de reserva más cortas y una demanda incierta en el mercado estadounidense, el sector de viajes de lujo mantiene su fortaleza. Así lo demuestran los datos presentados por el consorcio Virtuoso durante su tradicional Travel Week 2025, celebrada en Las Vegas.
Según su base de datos de reservas de ocio, la ventana de planificación para los viajes de lujo en 2025 se mantiene en 122 días, la misma que en 2024. David Kolner, vicepresidente ejecutivo de Virtuoso, explicó que esta estabilidad se debe a que los viajeros de alto poder adquisitivo continúan reservando con anticipación para asegurar alojamientos exclusivos. “Hay un número limitado de lodges de safari y suites presidenciales en los cruceros. Son los primeros en agotarse”, señaló.
Estados Unidos continúa siendo el principal destino para los clientes de Virtuoso, incluso entre los canadienses, y los datos muestran que no hay señales de nerviosismo entre los viajeros de lujo. Las ventas de ocio durante la primera mitad de 2025 crecieron un 12% en comparación con el mismo período del año anterior, en línea con los sólidos resultados reportados por las cadenas hoteleras y navieras en sus balances del segundo trimestre.
Los ejecutivos de la red atribuyen estos resultados a que los viajeros de lujo suelen estar blindados frente a las oscilaciones del mercado, las variaciones del tipo de cambio y el ruido político. “Los clientes de alto y altísimo patrimonio saben lo que quieren hacer y lo harán, pase lo que pase”, afirmó Kolner.
En cuanto al desempeño por segmentos, las ventas de hoteles entre enero y junio aumentaron un 25,5% interanual, muy por encima del crecimiento del 10% en las tarifas promedio. Las ventas de cruceros subieron un 9,3%, y las de tours un 2,9%. Para la segunda mitad del año, Virtuoso proyecta incrementos aún mayores: 33,1% en hoteles, 15,9% en cruceros y 13,6% en tours.
La única variación negativa observada fue en la duración promedio de los viajes, que descendió ligeramente de 8,1 a 7,8 días en el primer semestre del año.
