La paralización del gobierno federal amenaza con desatar un colapso en los cielos estadounidenses. El Secretario de Transporte advirtió sobre la inminente clausura de rutas aéreas si la crisis laboral de los controladores no se resuelve.
La prolongada paralización del gobierno federal está llevando al límite la capacidad operativa del control de tráfico aéreo y el Secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió sobre la posible clausura de partes del espacio aéreo si la escasez de personal se agrava.
En una conferencia de prensa este martes, Duffy fue claro: “Si llegamos a una semana a partir de hoy, demócratas, verán un caos masivo. Verán retrasos masivos de vuelos, cancelaciones masivas y es posible que tengamos que cerrar ciertas partes del espacio aéreo porque simplemente no podemos gestionarlo, ya que no tenemos los controladores de tráfico aéreo necesarios”.
Los controladores, al igual que los trabajadores de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA), son considerados empleados esenciales y están obligados a trabajar durante los cierres del gobierno sin percibir su salario. Ya recibieron un pago parcial al inicio de la paralización y la semana pasada no recibieron ninguno.
La falta de personal ya está generando estragos. La semana pasada, la ausencia de empleados de la TSA y de la Administración Federal de Aviación (FAA) provocó esperas masivas en los controles de seguridad en Houston y retrasos en aeropuertos de todo el país.
A principios de este año, el Departamento de Transporte contrató a 2.000 controladores para intentar paliar una escasez que arrastra décadas, pero Duffy lamentó que el cierre “tendrá un impacto”. La incertidumbre laboral podría desincentivar a las nuevas generaciones a elegir esta profesión.
El Secretario de Transporte, reportó CNN, reiteró su compromiso con la seguridad, asegurando que si el espacio aéreo no es seguro, será cerrado. Si bien algunos controladores podrían trabajar en dos posiciones en lugar de una debido a la falta de personal, lo que se considera seguro pero con un riesgo mayor.
Aunque la mayoría de los expertos en aviación coinciden en que volar durante el cierre sigue siendo seguro, el sindicato que representa a los controladores de tráfico aéreo, que ha presionado intensamente para la reapertura del gobierno, advierte que cada día que pasa, el sistema se vuelve menos seguro. “Cada día que esto continúa, mañana es menos seguro que hoy”, declaró Nick Daniels, presidente de la Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo.
La escasez también golpea a la TSA, con aeropuertos como el George Bush Intercontinental de Houston que reportaron esperas de hasta tres horas en los controles de seguridad. Delta Air Lines, uno de los mayores afectados, instó al Congreso a aprobar una resolución que reabra el gobierno y garantice el pago a los controladores aéreos y a los agentes de seguridad.
La prolongada paralización del gobierno federal está generando una creciente tensión en el control de tráfico aéreo de Estados Unidos, advierte Sean Duffy, Secretario de Transporte. Si la escasez de personal se agrava, partes del espacio aéreo podrían ser clausuradas.
