El gobierno de Luis Lacalle Pou estableció una nueva tasa para los pasajeros que viajen por barco a Uruguay, destinada a financiar un nuevo sistema de control migratorio.
Según un decreto gubernamental, los viajeros que utilicen ferry desde o hacia Buenos Aires o lleguen en cruceros deberán pagar un cargo extra de US$ 2,56 por pasajero.
De este modo, cada pasaje vendido para viajar entre Uruguay y Argentina por barco estará sujeto a una tasa de US$ 2,10 más IVA (US$D 2,56 en total). Esta decisión, aunque ha sido cuestionada por Buquebus, la principal empresa de transporte fluvial entre Buenos Aires y destinos uruguayos, fue tomada con el objetivo de financiar un nuevo sistema de control migratorio por parte del gobierno.
La medida también afecta a los viajes de cruceros que llegan o salen de Uruguay, donde el cobro de la tasa será responsabilidad de la agencia marítima consignada del buque crucero.
El dinero recaudado se destinará a financiar el nuevo sistema de control migratorio, para el cual se ha contratado a un consorcio internacional para la instalación y mantenimiento de un Sistema Integral de Gestión Migratoria en Uruguay. Este control estará presente en 43 puntos fronterizos del país.
La propuesta inicial para este sistema surgió en 2018, generando controversias desde entonces. A pesar de los cuestionamientos, en septiembre, el presidente Lacalle Pou adjudicó la licitación a la empresa Veridos México.
El ministro de Turismo, Tabaré Viera, expresó sus diferencias con la resolución, aunque finalmente firmó el decreto. Operadores del sector turístico también han cuestionado la medida, lamentando su impacto negativo en el turismo del país.
En un contexto en el que se espera un récord en la llegada de cruceros al país, con la proyección de 232 buques durante toda la temporada, la implementación de esta tasa adquiere mayor relevancia en el panorama turístico de Uruguay.